
Pareja de artistas formada por Anthony Aziz (nacido en Lunenburg, Massachusetts -EE.UU.- en 1961) y Sammy Cucher (nacido en Caracas, Venezuela en 1958).

Aziz + Cucher (apodo, diminutivo que significa Anthony Aziz y Sammy Cucher ). Su trabajo tiene como objetivo la reflexión sobre la distinción entre el cuerpo y el medio ambiente, internos y externos, orgánicos y artificiales, instalaciones multimedia y las impresiones digitales como medio para expresar sus temores y curiosidad por lo nuevo; Electronic Arts y digital.
Sammy Cucher nacido en 1958 en Caracas, en Venezuela y estudió teatro y cine en la Universidad de Tel Aviv en Israel, después se traslada a New York University y un estudiante termina su carrera con un Master en Bellas Artes en San Francisco Art Institute en 1992. Anthony Aziz y Sammy Cucher emprender una colaboración artística, participando en exposiciones con las fotografías digitales, esculturas, instalaciones de vídeo y de arquitectura desde 1991. Vive y trabaja en Brooklyn, y son miembros de la facultad de la Parsons School of Design en Nueva York. Aziz + Cucher se refieren a menudo como el pionero en la formación de la "imagen digital, no por casualidad que su obra ha sido expuesta en prestigiosos museos y galerías de arte en los Estados Unidos, Europa y Australia. Muchas de sus obras se exhiben en el Henry Urbach Architecture en Nueva York, una galería de arte contemporáneo desde 1997, presenta el trabajo de artistas y arquitectos, los más innovadores y más destacada en 'escena del arte actual. La actividad artística de dúo Aziz + Cucher abierto desde 1991 y continúa hoy. Su estudio se basa en Brooklyn, sino que también exponen en varias ciudades de América, Europa y Australia.

Quimeras
Quimeras creado entre 1998-99, con seis fotografías de gran tamaño vertical, en el que Aziz y Cucher utilizar el mismo vocabulario de la epidermis éxito de los empleados en interiores. Cada uno de estos marcos digitales una vista de frente único de la forma escultórica iluminado y se destacan sobre un fondo negro. Las formas de tratamiento informatizado de los dos artistas son monstruosas, se asemeja a una escaleras retorcidas, condones usados, los huesos picada, los apliques en las estructuras de ciertos pre-colombino. En algunos tramos se asemejan a las obras de Brancusi manejado con algunos aparatos supertechnological para obtener un resultado final que no es puramente estético ni totalmente funcional.

Naturalia
En la serie de 2000, solicitó Naturalia, Aziz + Cucher recombinan como en un rompecabezas, las partes de las obras realizadas anteriormente, que muestra fotografías de un texto descriptivo, semejante a antiguos tratados anatómicos del siglo XIX. Estas imágenes son un ejemplo de los complejos patrones de las monstruo-vistas en sección, acompañada de la explicación de las funciones de los órganos mencionados, fue diagnosticado con la corporeidad. Sin embargo, esto sólo es aparente corporeidad y de la imagen científica sugiere anatómicas Aziz + Cucher se han dado cuenta, ya que en realidad el cuerpo no existe todavía ... Esto es sólo una "hipótesis de un organismo a realizarse en un futuro inminente con el desarrollo de la biotecnología.
Anthony Aziz y Sammy Cucher han estado colaborando en exhibición y la fotografía digital, escultura, vídeo y obras de instalación de arquitectura desde 1991. Ellos viven y trabajan en Nueva York. Considerados pioneros en el campo de la imagen digital, Aziz + Cucher han expuesto su trabajo en los principales museos e instituciones tanto en los EE.UU. y el extranjero. Ambos son miembros de la Facultad en la Parsons School of Design de Nueva York.
Aziz + Cucher presentan su segunda exposición individual en la Galería Trama de Barcelona que posteriormente podrá verse en la Galería Trama de Madrid hasta el 30 de abril. A+C, dos artistas de gran proyección internacional en el ámbito de la fotografía y el vídeo, mostraron su obra por primera vez de forma individual en Barcelona en el 2005, tras exponer en ARCO’05-06 con Trama. Sus trabajos no se habían visto en España desde su exposición individual en el M.N.C.A.R.S. de 1999.
Aziz + Cucher iniciaron en el 2003 una nueva serie de obras agrupadas bajo el título de “Synaptic Bliss”. Si en sus trabajos anteriores A+C se centraron en la relación interior-exterior que se establece en torno al cuerpo humano, ahora el centro de atención está más desplazado hacia el mundo exterior, es decir, la naturaleza; montañas, campos, olas y árboles reflejados a través de su trabajo foto-pictórico. Bajo el título, “Scenapse: Nueva Fotografía”, los artistas nos presentan impresiones digitales de gran formato que representan paisajes transfigurados creados a partir de una imagen mental construida por una conciencia digital y científica. En ellas existe una tensión constante entre el todo representado y las partes que lo constituyen, aludiendo no solo a la complejidad del mundo natural sino también a la complejidad conceptual necesaria para aprehender una naturaleza que es mismo tiempo eterno y fugitiva.
Las obras de “Scenapse” reflejan, quizás de manera romántica, una proyección de estados emocionales que se asocian más bien a lo sublime. Como describe Jeffrey Walkowiak en el texto del catálogo: “Durante los últimos 15 años la colaboración artística de Aziz + Cucher ha producido consistentemente imágenes que empujan las fronteras de la fotografía. Explorando explícitamente la relación entre la pintura y la fotografía, sus obras recientes provienen de una nueva visión de la imagen digital que toma en consideración una noción tradicional de la historia del arte”.
La sinapsis es la “relación funcional de contacto entre las terminaciones de las células nerviosas”, y básicamente, lo que han hecho Aziz + Cucher es asimilar mundo visible y estructura orgánico-digital invisible. Células y píxeles conforman, respectivamente, la realidad orgánica y la imagen. Los artistas recuperan la significación original de la palabra píxel, pictoric element o unidad pictórica, y hacen evidente el artificio de la “construcción” de las imágenes digitales. Fotografían jardines y bosques, aíslan determinadas formas y las recomponen sobre un fondo liso de color, trabajando en múltiples capas hasta lograr un complejo efecto de tapiz o de mosaico de piezas minúsculas. La filiación de estas obras es más pictórica que fotográfica, no sólo por el método de trabajo sino también por los modelos compositivos que siguen y la utilización del color. Éste tiene algo del preciosismo y el gusto por el detalle de los prerrafaelitas, características enfatizadas por la frialdad y el brillo del soporte metalizado sobre el que imprimen las imágenes. En este mismo sentido, hay un deliberado juego de escalas por el que se yuxtaponen elementos de proporciones difícilmente armonizables en una perspectiva “correcta”; la aproximación a la vegetación más menuda coexiste con la vista ampliamente comprehensiva. Así, frente a las obras grandes, compuestas con criterios más tradicionales del género de paisaje, otras, menores y menos atractivas, ilustran una mirada que llega más adentro de la materia y que hace casi imposible distinguir figuras reconocibles. Pues de eso se trata: de una mirada simultánea al exterior y al interior, a la forma y a lo que la piel de la forma oculta.
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